Otro Toro de Once que se va
Por Ana Margarita Gutiérrez Urzúa
Fotos por Luis Alberto Serratos Flores
Fotos por Luis Alberto Serratos Flores
El jueves 14 de octubre de 2010 llegó una edición más del más popular de los Toros de once que se celebran en el marco de la Feria Zapotlán: el de la Licenciatura en Medicina Veterinaria del Centro Universitario del Sur, celebrado en el Lienzo Charro Municipal.
Todo comenzó antes de las 11:00 AM cuando a las afueras del propio CUSUR, se formó la caravana que recorrería parte de la ciudad hasta llegar al punto de reunión. En ella participaron, principalmente, alumnos de Veterinaria, pero también se hicieron presentes otras carreras de la Universidad. A ritmo de varias bandas de viento, autos con el claxon sonando en todo momento, alcohol, baile y la alegría típica mexicana transcurrió el desfile; el cual, por cierto, tuvo entre sus principales atractivos a la tradición de “las chicas toreras” (dícese de futuros veterinarios que se visten de mujeres, o mejor dicho “parodian” y arman un verdadero show).
Mientras tanto, en el Lienzo Charro, la gente comenzaba a llegar como “uniformada” con camisas a cuadros, jeans, botas y sombreros en gran cantidad. Para que el ambiente se fuera calentando, en un pequeño círculo hecho de vallas de metal dentro del ruedo, se presentaba el espectáculo que le da título al evento: los toros y sus jinetes, que, a decir verdad, han venido pasando a último plano pues su participación en paupérrima si se compara con la grandeza del evento, ya que no llegaron ni a diez. La banda La Trilladora amenizó la fiesta alrededor de dos horas.
Alrededor de las 2:00 PM el recorrido llegó a su meta y el ambiente explotó: dio inicio oficialmente bajo la conducción del famoso locutor de radio Martín Alcántar. Las aclamadas “chicas toreras”, que ese año representaron a famosas como Belinda o Nacasia y Nacaranda, encabezadas por su “reina” que lució un elegante vestido azul, realizaron su coreografía al ritmo de la popular canción de Julión Álvarez “La María”, interpretada por la banda ya mencionada. Tras su performance, llegó el turno del infaltable grupo en los Toros de Once, Horizonte Norteño, de poner a bailar con sus corridos a la mayoría de los asistentes que ya comenzaban a abusar de la cerveza. Su participación se prolongó hasta las 6:00 PM; alrededor de 3.5 horas que les fueron suficientes para llenar el ruedo de virtuosas, y no tanto, parejas de baile que, literalmente, le sacaron polvo a la pista de baile y acabaron realmente bronceados por la intensidad de los rayos solares. En las gradas la fiesta no fue menos intensa sin importar a los asistentes pagar $30.00 por cerveza y bolsa de papas.
A las 6:00 PM, cuando desde el Estado de Sinaloa llegó la banda Rancho Viejo a prender a la gente con su gran energía y temas de la cultura popular mexicana como “Acá entre nos” o “Mi gusto es…”, el número de asistentes seguía aumentando y el ruedo del Lienzo Charro ya lucía abarrotado con tantos bailadores.
Y llegó el clímax de la noche, alrededor de las 7:30 PM llegó el artista que más se esperó durante todo el día: la presencia de uno de los ídolos del género regional mexicano más exitosos: Chuy Lizárraga, quien con su hitazo “La peinada” y otros temas de dominio popular desató el talento vocal y dancístico de los asistentes, haciendo del Lienzo Charro de Ciudad Guzmán su propio territorio.
Todo concluyó alrededor de las 9:00 PM, las gradas y el ruedo se vaciaron poco a poco dejando tras de sí una “alfombra” roja y plata de botes de cerveza y otro Toro de Once que pasa a la historia, además de un saldo blanco reportado por las autoridades municipales.
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